En las composiciones que integran este volumen he buscado la poetización de rasgos reales -biológicos- de las aves, ya sea en el terreno de sus costumbres, de su hábitat, de su aspecto, de su plumaje, de su canto o de su alimentación. La elección de la estrofa japonesa, la elección del haiku, quiere ser -modestamente- una apuesta por la esenciallidad y una huida de la descripción. Por ello, y tras meditarlo, he decidido no acompañar los poemas de ninguna glosa ni ninguna referencia a las características de las especies protagonistas, información ésta fácilmente accesible en cualquier manual o guía de aves. Me ocupo, por lo demás, de especies en su mayoría comunes, aunque no siempre populares. Todas ellas -a excepción del alvatros- pueden ser observadas con mayor o menor dificultad en las tierras y aguas españolas.