Aunque fue uno de los más importantes periodistas de este siglo, Corpus Barga nunca se preocupó por recoger en un volumen sus escritos. Él mismo reconoció al final de su vida: Soy un articulista profesional que lleva cincuenta años de labor y no ha tenido todavía la curiosidad de coleccionar o aprovechar ninguna parte de sus artículos, caso tan poco frecuente, que en medio siglo de mi vida de escritor no he conocido más que uno, entre los escritores españoles: el mío. En estos últimos tiempos se han recuperado algunos de sus artículos sobre literatura y los que dedicó a sus numerosos viajes y a Madrid. Le llega el turno ahora a una serie de entrevistas, semblanzas y crónicas, de un extraordinario valor documental, referidas a numerosos personajes a los que trató ocasionalmente o con los que mantuvo una estrecha amistad a partir de 1907: Rodin, Bergson, Picasso, Cocteau, Erik Satie, Barrès, Gutiérrez Solana, Mussolini, Pío XI, Curzio Malaparte, Ramón y Cajal, Salinas, Monet, Proust, Gide, Colette, Baroja, Juan Ramón Jiménez, Blasco Ibáñez, Charlot, Lenin, Trotsky, Valle-Inclán y Lerroux, entre otros. En la semblanza que le dedicó en Españoles de tres mundos , precisaba Juan Ramón Jiménez: Directo, con la distancia menor y rápida. Su escritura tiene el vuelo de rectas y ángulos de una libélula... Parece que escribe con sarmientos, con yerbas, con agua, con hormigas, con escoria, con rocío. En ningún escritor español encuentro correspondencia como la suya a la estética jeneral de nuestro tiempo. Sin alarde ni manifiesto es un cubista verdadero y lejítimo.