La Ley Orgánica 14/1999, de 9 de junio, en respuesta a un Plan de Acción de Gobierno contra la violencia doméstica y a una aparente crecida de ésta, modifica el delito de malos tratos en el ámbito familiar incorporado, junto a la tipificación del ejercicio de violencia físicas habituales, la de las violencias psíquicas, reabriendo así la polémica suscitada sobre el bien jurídico protegido en este delito y obligando a reflexionar sobre la necesidad de la incriminación específica de estas otras conductas. Cuestiones ambas que, junto a otros aspectos de interés abordados por dicha reforma, constituyen el núcleo central de esta obra.