En defensa propia» nos plantea una cuestión social fundamental: la naturaleza y límites del derecho de los ciudadanos de defenderse ante una agresión ilegítima. La legítima defensa es un buen barómetro de la sensibilidad democrática de un país y los límites que en cada momento se consideran aceptables para su ejercicios nos indican hasta qué punto el Estado garantiza adecuada y democráticamente la seguridad colectiva. Este es precisamente el tema cardinal del Caso Goetz» quien fue llamado por muchos el Vengador del metro» por haber disparado contra cuatro jóvenes negros que le habían pedido con cierta insolencia que les diera cinco dólares. ¿Tenía derecho Goetz a disparar contra los jóvenes que le pidieron dinero? ¿Quién está en situación de juzgar cuándo la defensa es legítima o puede llegar a ser un delito?