En la Edad Media cualquier colegial se sabía el Bestiario de memoria y, junto con la Biblia, el Physiologus fue el libro más difundido. A pesar de su probable exageraciÛn, estos datos bastan para justificar la publicaciÛn de una obra como ésa en una colecciÛn de lecturas medievales: los textos de esta antología del Bestiario medieval pretenden ofrecer una imagen de cada animal seleccionado partiendo de distintos fragmentos descriptivos entresacados de bestiarios medievales ñsin olvidar las fuentes griegas, latinas y árabesñ, así como de las ´nuevasª enciclopedias que los viajeros y compiladores del siglo XVI realizaron a partir de la tradiciÛn medieval.