Esta obra presenta un completo panorama de ideas y estrategias para hacer frente a los comunes y numerosos problemas que plantea la disposición del ambiente escolar. Asimismo contribuye a reafirmar, de un modo práctico y comprensible, la importancia crítica del enseñante y el profesionalismo inherente al papel del docente. A través de la aplicación, en la práctica docente, de los principios ambientales que aquí se propugnan, los profesores podrán estimular en los niños el empleo de destrezas, comunicar límites y expectativas y facilitar cualquier actividad de aprendizaje.