La primera impresión que produce la capital es la de ser una ciudad bulliciosa, alegre, llena de gente, en todo momento despierta y atenta a los cambios que se producen en el mundo. Por eso es una urbe cosmopolita y diversa, que se muestra vanguardista y siempre abierta pero sin dejar por ello de ser Madrid, una ciudad con un intenso pasado. Madrid, una de las más cosmopolitas ciudades europeas, se muestra siempre abierta al viajero para ofrecerle todo aquello que encierra desde hace siglos, un impresionante legado cultural, representado ya por el Museo del Prado ya por muchos de los monumentos dispersos por sus calles y paseos.