César planea una paseo triunfal por la Galia sobre el escudo averno (el que Vercingetórix tiró a sus pies tras ser derrotado) Por supuesto nuestros amigos no permitirán semejante humillación. Además, Abraracúrcix se ha puesto a régimen. ¡Qué el cielo no se desplome sobre nuestras cabezas)