驴Qu茅 comporta para un educador enfrentarse a unas generaciones que han nacido y crecido en una cultura del espect谩culo? Los niveles de sensorialidad, de concreci贸n, de dinamismo y de emotividad que parecen exigir, 驴son compatibles con la racionalidad, la abstracci贸n, la reflexi贸n y el silencio que exige la cultura tradicional? Las contradicciones entre la cultura oficial y la cultura popular se traducen en conflictos entre la escuela y la televisi贸n, o entre la televisi贸n cultural y la convencional. El educador que pretenda ser eficaz en este marco social ha de ser capaz de repensar la cultura. Y s贸lo podr谩 hacerlo desde una doble capacidad, de seducci贸n y de conciliaci贸n: seducci贸n liberadora frente a seducci贸n adormecedora, y conciliaci贸n entre emoci贸n y raz贸n, percepto y concepto, relato y sentido, placer y esfuerzo. En la sociedad del espect谩culo los educadores han de realizar alquimias conciliadoras: Piaget y Freud, palabra e imagen... Para sintonizar con las nuevas generaciones, la escuela, lejos de oponerse a la televisi贸n, ha de aliarse con ella, aprovechar todo su potencial movilizador. En esta encrucijada cultural, las revoluciones tecnol贸gica y cognitiva deben ser complementadas con una revoluci贸n emocional. Para potenciar su eficacia los educadores han de ensayar un nuevo estilo comunicativo. La met谩fora, la narraci贸n, el aforismo, el humor son algunos de los componentes de este nuevo estilo.
