Cuando llega a Sicilia para cumplir con su última misión antes de jubilarse, el inspector Anders sólo tiene prisa por marcharse. Se merece el retiro. Es uno de los inspectores más condecorados de Italia, un héroe nacional, un lisiado. Ahora quiere descansar, dedicarse a investigar la vida de un antepasado suyo, un pintor que perdió la vida en un duelo de honor. También él se levantó una mañana sabiendo que, probablemente, le habÃa llegado la hora... Pero el asesinato de un juez requiere más explicaciones de las que la policÃa siciliana ha podido ofrecer, y Anders debe asegurarse de que los procedimientos han sido los correctos. El inspector Anders tomará precauciones para que su labor no incomode ni a la policÃa ni a la mafia local. Corrección y credulidad, aceptación de la versión oficial. Es lo que todos esperan, desde el alcalde hasta el obispo. Y Anders conoce las reglas. A su edad, romperlas serÃa una estupidez. Sabe lo que les ocurre a aquellos que, de vez en cuando, deciden quebrantarlas. Pero también conoce qué les empuja a salirse del camino marcado, qué les hace intentar lo imposible: acabar con el monstruo de la corrupción.
