En la primera mitad del siglo XIX, la joven república de los EstadosUnidos había empujado a su antigua metrópoli Gran Bretaña alterritorio septentrional de Norteamérica, expulsado a la debilitadaMonarquía Española del continente y ocupado por la fuerza la mayorparte de las provincias norteñas de México.Esta vertiginosa expansión dejó a los pueblos nativosnorteamericanos como único obstáculo y enemigo de los colonosque reclamaban las tierras indias como propias y del gobierno federalcuyo objetivo era la ocupación completa de todo el territoriocontinental para su incorporación a la nueva nación.Pero los guerreros indios lucharon por su tierra: los colonos y lossoldados federales combatieron contra los Creeks, Seminolas,Arapahoes, Cheyennes, Apaches, Comanches, Kiowas, Sioux, Modoc, Utes,Nez Percés y otros pueblos nativos, imponiéndose por su superioridadnumérica, su mejor armamento, su capacidad logística y la propiadivisión de los guerreros indios, que solamente en contadasocasiones fueron capaces de unirse ante el enemigo común.
