Más de un año después de que se le confiara el cuidado de Ginseng, Greta se siente incapaz de ahuyentar la nube de tristeza que se cierne sobre su afligido dragón de té, en duelo por su antiguo cuidador; por si fuera poco, la joven debe esforzarse en la forja por crear una pieza lo suficientemente espectacular como para impresionar a un célebre maestro herrero que está buscando un aprendiz. Mientras tanto, la dulce Minette recibe por sorpresa un misterioso paquete procedente del monasterio donde tiempo atrás se preparaba para ser una sibila. Confundida y sin saber qué rumbo debería tomar ahora su vida, poco a poco irá descubriendo que, cuanto más abra su corazón a los demás, con más claridad podrá ver aquello que siempre estuvo en su interior. Contada con idéntico mimo que las anteriores entregas de la serie, El Tapiz de los Dragones de Té reúne a viejos y nuevos amigos en una fascinante historia de búsqueda, amor y crecimiento.