Un padre que cruza el océano para rescatar a su hija de las garras de una secta cuyo líder no solo la explotalaboralmente, sino que la ha convertido en una niña-madre. El labriego que tuvo un sueño imposible: construir unacatedral que erigió con la argamasa de sus manos y su fe. La mujer que luchó porque su hija, con síndrome deDown, no fuera menospreciada bajo la gramática de lo distinto. Un irreductible amante de la naturaleza quedefiende a las aves de la destructora mano de los que ignoran que la naturaleza es un préstamo que lasgeneraciones futuras nos han concedido. La anciana que procura techo a los presos que salen del infierno de lacárcel para entrar en el averno de la reinserción. Un deportista de élite que abre las puertas de su armario y sualmario para confesar su homosexualidad. La mujer que se enfrenta a la Administración para que atienda condignidad a las jóvenes devastadas por la anorexia. La madre que perdió a su hijo en un accidente de tráficoproducido por un conductor drogado, y que lucha para que el Parlamento considere la conducción bajo el efectode estupefacientes con mayor tipificación penal. Una famosa presentadora de televisión que convive con la diabetesinfantil de su hijo y lucha por concienciar a la sociedad de la importancia de una alimentación sana. Todos ellosson anzuelos vitales imposibles de no morder por el lector; narrativas sobre el amor, el altruismo y la lucha.Nueve apasionantes relatos, basados en el terrible lenguaje de los hechos, en los que el periodista y poeta ManuelJuliá expresa la intrahistoria de los Quijotes del siglo XXI de los que se ocupa el programa de Mediaset,inspirándose en su idea original. Héroes sociales convertidos en el faro de algo distinto que se nos muestran entoda su pasión, dolor y humildad para dejarnos claro que el ser humano es capaz de las mayores atrocidades asícomo de los gestos más excelsos. Que nadie diga que no luchaste contra molinos de viento es un libro tejidosobre los mimbres del amor sin límites, la ética y la generosidad. Un diálogo incesante en el que la literatura habla yel alma del lector contesta... Unas páginas en las que se demuestra que una vida sin propósito es una muerteprematura.
