Misterio, secretismo, enterramientos infantiles, descubrimientos inesperados, intriga, una cápsula del tiempo podría parecer ficción, pero son los ingredientes reales de una búsqueda sustanciada en procedimientos e informes científicos que logró localizar la tumba de Miguel de Cervantes, 400 años después de su muerte. La dinámica narración del relato y más de 180 fotografías a color que ilustran el proceso de búsqueda, junto con infografías 3D, tablas y gráficos, hacen de esta obra una lectura interesante no solo para estudiosos y científicos, sino para cualquier lector curioso, y también aficionados a la arqueología o a la historia. Así buscamos a Cervantes es el relato de las cinco semanas que duraron las excavaciones en el Convento de las Trinitarias Descalzas, en pleno centro de Madrid, pero también de todo lo que conllevó este proyecto en el que trabajaron más de 40 reputados profesionales de diferentes áreas, entre forenses, arqueólogos, historiadores... Una historia que comienza explicando las circunstancias de la muerte de Cervantes y su relación con el convento. Se repasan las diferentes investigaciones que durante siglos trataron de ubicar de forma infructuosa los restos del escritor, y cómo se fueron desarrollando las distintas investigaciones documentales y prospecciones de georradar que localizaron cientos de enterramientos, la mayoría infantiles, con sus ajuares, y muchos de ellos momificados. Pero cuando los trabajos a contrarreloj parecían no dar con Cervantes y el desánimo empezaba a minar al equipo, un hallazgo sorprendente dio un vuelco a la excavación.
