Se presenta por primera vez en castellano una de las crónicas más antiguas, la cual generó una rica literatura en torno al suceso. Shimabaraki (島原記), o La rebelión de Shimabara, escrita en 1640, dos años despues de su violenta represión, marca la presencia iberica en Japón a mediados del siglo XVII motivada por la recuperación de la religión cristiana prohibida por el gobierno lo que originó un conflicto diplomático a nivel internacional que caracterizó a la sociedad japonesa hasta la reapertura de sus fronteras a los poderes occidentales a mediados del siglo XIX