El orden político moderno y la razón que lo imagina y lo construye: entre corrientes de pensamiento, autores y grandes libros —Maquiavelo, Gentili, Hobbes, la Escuela de Frankfurt, Voegelin—, Galli se dispone a pensar la contingencia —lo concreto, la acción— excluyendo la dialéctica entre contingencia y necesidad, salir del juego de espejos entre construcción y deconstrucción, es el único desafío intelectual al que vale la pena hacer frente; pero es también un objetivo al que no se llegará a través de críticas frontales, sino mediante la capacidad de pensar la contradicción como diferencia, para lo cual el ocaso global de la Edad Moderna ofrece algunas chances, en nuevos espacios y en nuevos tiempos.