El objetivo básico del libro Ingeniería de Computadores I es dar una visión, lo más completa posible, de los fundamentos de la arquitectura, organización y diseño de computadores. La arquitectura de computadores estudia la estructura y comportamiento de los diferentes módulos funcionales de un computador y como interaccionan entre sí para proporcionar las necesidades de procesamientos de los usuarios. Es decir, su finalidad es considerar los atributos de un computador que son visibles a un programador a nivel de lenguaje máquina. Ejemplos de estos atributos son el repertorio de instrucciones, los mecanismoss de E/S y las técnicas de direccionamiento de memoria. La organización de los computadores se ocupa de la descripción de sus unidades operacionales y de como se conectan para obtener una arquitectura dada. Su interés se centra en cuestiones, que son transparentes al usuario de un computador, tales como: las interfaces entre el computador y los periféricos, la tecnología de memoria y las señales de control utilizadas, etc. Un ejemplo que ilustra la distinción entre arquitectura y organización de un computador es el siguiente: El diseñador de la arquitectura tiene que decidir, por ejemplo, si se va a incluir dentro del repertorio de instrucciones una de multiplicar. La forma de realizar esta instrucción, si es utilizando una unidad aritmético-lógica que incorpora la multiplicación o mediante un algoritmo que utiliza otros operadores aritméticos, es materia de la organización. El diseño de un computador estudia la realización física de sus circuitos lógicos tomando en consideración un conjunto de especificaciones dadas. Ingeniería de Computadores I, está concebido como texto base de la asignatura que con el mismo nombre tiene que cursar obligatoriamente los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la UNED, en el 1er curso de los Grados de Ingeniería Informática y de Tecnologías de la Información. Este hecho impone una serie de ligaduras sobre la estructuración de sus contenidos y la forma de desarrollarlos ya que tienen que ser, en la medida de lo posible, autosuficientes y comprensibles a estudiantes que no asisten de forma habitual a clases presenciales