Este libro analiza el modo en que el documental y la ficción televisiva han representado la historia de ETA y de sus víctimas. El interés de la televisión no informativa por la organización terrorista vasca es posterior al del cine, que desde la Transición prestó atención a su historia. Por el contrario, la producción televisiva presenta un vacío casi absoluto hasta finales de la década de 1990, debido en buena medida a las diferencias de producción entre el cine y la televisión. A partir del año 2000, hubo una eclosión de documentales y telefilmes sobre la violencia vasca en la pequeña pantalla, en los que en general se prestó mucha atención a las víctimas, tratando de deslegitimizar el terrorismo.