Las salamandras son unos animales pacíficos cuyas habilidades cautivan a una humanidad que cabalga a lomos del progreso tecnológico desbocado del periodo de entreguerras. La industria es la primera en aprovechar su enorme potencial; poco después, los gobiernos europeos las utilizan para impulsar el comercio, ganar territorio al mar y modernizar los ejércitos. Se les suministran herramientas, conocimientos, armas y un futuro del que ellas tomarán las riendas.