Tras décadas de un proyecto unitario, las grietas en la geografía de la Unión Europea son cada vez másevidentes. Mientras que en el corazón del continente se trazan las líneas maestras de la política económica actual, lospaíses de la periferia se sienten perjudicados y quieren distanciarse de esas directrices. La eurozona debe enfrentarseahora a esas fisuras que señaló la crisis originada en 2008 y trabajar para subsanarlas. En La crisis de la eurozona seexaminan los puntos fuertes y las debilidades de Europa, y se ofrece un marco de análisis para explorar solucionessatisfactorias a medio y largo plazo.