Este libro trata de la pintura sobre tabla del gótico lineal catalán, tanto la realizada para los condados catalanes integrados en la Corona de Aragón como para los condados pertenecientes al llamado Reino de Mallorca, del cual formaban parte la Cerdaña, el Conflent, el Rosellón y otros condados de la zona norte de la Cataluña medieval, además de la isla de Mallorca. Es la primera ocasión que se realiza un estudio global de las pinturas de la primera mitad del siglo XIV, y se replantean diversas cuestiones generales sobre las que hasta ahora se han admitido hipótesis tradicionales que conviene revisar. Entre los aspectos generales tratados están: el origen del modelo plástico de dichas pinturas; los centros de producción y la cuestión de los talleres pictóricos; la relación de la pintura mural y la pintura sobre tabla; el patronazgo; etc.