Explotación de migrantes, etiquetado falso, productos importados…Malet describe en su libro un sistema mafioso, donde“la violencia extrema”predomina entre las organizaciones criminales de la agricultura. Tras la pista del jugoso negocio mundial del tomate. ¿Qué es lo que comemos cuando consumimos concentrado de tomate, ya sea en forma de kétchup o como ingrediente de una pizza? Es tomate, ciertamente. Y al mismo tiempo no lo es: es tomate industrial. Transformado en una fábrica y metido en barriles de concentrado, circula de un continente al otro. Casi toda la humanidad lo consume, pero pocos saben cómo se produce de verdad. ¿Dónde, cómo y quién cultiva y recoge el tomate que le da origen? ¿Qué proceso le hace adoptar la forma que tiene cuando llega a nuestra mesa? Durante dos años, desde los confines de la China a Italia, de California a Ghana, Jean-Baptiste Malet ha llevado a cabo una investigación inédita y original. Ha hablado con comerciantes, recolectores, emprendedores, agricultores, genetistas, fabricantes de maquinaria y hasta militares chinos. Todos ellos implicados en un comercio con fuertes conexiones mafiosas. De los guetos donde la mano de obra se recluta entre las hordas de inmigrantes a las conserverías que mezclan el concentrado incomestible con aditivos sosp...
