El Renacimiento empezó en Italia pero no podemos considerarlo un fenómeno exclusivamente italiano. Con raíces en la Antigüedad, en el dogma cristiano y en Bizancio, el fermento artístico que se apoderó de Florencia hacia 1420 también tuvo su reflejo en las escuelas regionales de Siena, Umbría, Mantua y Roma. Las nuevas ideas se extendieron con rapidez a Francia, los Países Bajos, Austria, España y Portugal. Este libro recoge las incidencias de ese proceso y, simultáneamente, analiza artistas tan diversos como Piero della Francesca, Van Eyck, Durero, Mantegna, Bellini o El Bosco. Los estilos y técnicas utilizadas por cada uno de los artistas que aparecen son explicados con detalle desde el gótico internacional hasta la llegada de los grandes colosos del Alto Renacimiento: Botticelli, Leonardo da Vinci, Míguel Ángel y Rafael. El libro se completa con 251 ilustraciones, 51 de ellas en color, cuidados índices y bibliografía.