El ojo crítico y la boca a cremallera abierta de Carlos Rodríguez Braun resaltan las contradicciones y falacias en las ideas políticamente correctas, hegemónicas en nuestro tiempo. Nunca ha rehuido el debate y la controversia por el hecho de que sus puntos de vista fueran minoritarios, con lo que cuenta naturalmente no sólo con partidarios sino también con detractores, aunque ni unos ni otros olvidan subrayar su ingenio y humor. Este Diccionario denuncia lo dudosas y cuestionables que resultan las supuestas verdades adoptadas dogmáticamente sobre la realidad política, económica y social.