La crisis económica que ha irrumpido de manera dramática en nuestro entorno en los últimos años ha precarizado la vida de una mayoría de gente a nuestro alrededor, deteriorándola hasta extremos hace poco impensables. El crecimiento del paro y el recorte de las políticas sociales están minando el estado de bienestar, constituyendo una violencia que desde la investigación para la paz reconocemos como violencia estructural, por el sufrimiento y muerte que de un modo u otro acaba produciendo. En estas circunstancias, este libro se interroga y trata de arrojar luz precisamente sobre la situación, sobre el impacto de la crisis, y su gestión, en las vidas de las personas, a través de la revisión del deterioro producido en sus derechos humanos.