Entre el río Congo y el Nilo Blanco, dos palabras mágicas denominando una gran parte mítica de África Central, que hicieron soñar con tierras salvajes donde el cazador y explorado tenían ante sí un ilimitado campo para sus actividades de las que, gracias a Dios, pude disfrutar personalmente durante muchos años, desde la década de 1950s hasta la de 1980s, cuando los efectos negativos de las independencias se fueron haciendo notar por culpa de la irresponsabilidad de nuevos gobernantes, codiciosos, corruptos e inoperantes que al final terminaron arrasándolo todo sin sentido…, razón por la cual los animales salvajes fueron desapareciendo en su mayoría debido al más terrible y activo furtivismo, sobre todo los elefantes, como ocurrió en el ex Congo Belga, República Centroafricana, Sudán, Uganda y la antigua Somalia Italiana, por citar solo cinco dramáticos ejemplos.