Pocas familias en el devenir de la historia levantaron tanta polémica a su alrededor como los Borgia. Y pocas ciudades en el mundo generan la fascinación de la ciudad de Roma. En el año 1497, la ciudad que baña el Tíber es un lugar único, fascinante pero corrupto. Juan de Borgia, hijo del papa Alejandro VI es hallado muerto, cosido a puñaladas. Un hombre brillante, Biagio Conaccorsi, al servicio de la poderosa Curia, es el encargado de investigar el caso.