Los zombis saben lo desorientado que puedes quedarte cuando estás no muerto. Lo brazos se te suelen pudrir y se te caen, y también otras partes del cuerpo. Con tu vocabulario limitado a los aullidos y a los gorgoritos, te resulta difícil comunicarte. ¡Y ese olor! (sí, eres tú). Pero lo más importante de todo es que debes buscar e ingerir constantemente cerebros humanos. ¡¡¡Cerebroooos!!! ¿Cómo se las puede arreglar un resucitado novato? Ahora que eres zombi, primer manual escrito expresamente para los no muertos, te explica cómo funciona tu pútrido cuerpo nuevo, y todo lo que necesitas saber para sobrevivir en este mundo lleno de zombifobia. Contiene docenas de diagramas útiles que te explican las estrategias de ataque necesarias para capturar a tus presas humanas, como la postura de momia, los zetas por los flancos, la presa de mordisco y la caída aérea. Aprenderás a sacar a los vivos refugiados en casas de campo con las puertas y las ventanas claveteadas y en vehículos estropeados. El zombiólogo John Austin estudia, incluso, las ventajas de ser un zombi. Se acabaron para ti las cargas del trabajo, los impuestos, las redes sociales y la higiene personal, y podrás centrarte únicamente en lo fundamental: la jugosa materia gris que se encuentra en los cráneos de los vivos.