Rafael Arozarena (1923-2009) es uno de los poetas más importantes de la posguerra canaria y española. Conocido fundamentalmente por una novela, Mararía, su poesía, sin embargo, ha pasado desapercibida. De mal modo, porque desde el año 1953 hasta su revelador libro Desfile otoñal de los obispos licenciosos, de 1985, su fundación insular, sus fundamentos y la lectura circunstancial, del hombre y de su tiempo, se convierten en un hito en la historia de la poesía de las islas y del español. Este libro lo que busca es señalar ese camino, con la edición íntegra de sus cinco mejores poemarios (Alto crecen los cardos, 1959, Aprisa cantan los gallos, 1964, El ómnibus pintado con cerezas, 1971, Silbato de tinta amarilla, 1977, y el citado Desfile...) además de una precisa antología del resto de su obra.