Se agrupan en un DVD los programas dedicados a dos escritores imprescindibles durante décadas en la sociedad cultural madrileña. En 1977 el balance de la actividad literaria de Gabriel Celaya (1911-1991), como poeta, autor de teatro, narrador, periodista y editor, es impresionante. Vive una conflictiva relación con su familia, perteneciente a la burguesía industrial vasca, hasta que conoce a su compañera inseparable, Amparitxu, «que procede de una familia obrera. Me salvó la vida.» Ella le anima de nuevo a publicar, Tentativas (1946), y fundan Cuadernos de Poesía Norte, editorial clave en el origen de la poesía social. La idea del compromiso también «se origina en Sartre, y en los poetas surrealistas que se habían hecho comunistas». El autor de Poesía urgente (1960) recuerda también su época de estudiante en Madrid, cuando vive en la Residencia de Estudiantes: «Mi primera habitación era la que habían ocupado Dalí y Lorca, uno de los grandes del 27», al igual que el «maravilloso Cernuda», y Aleixandre, con quien le unirá una gran amistad. Contempla con simpatía la reciente aparición de los “Novísimos”, que «se produce al amparo de una sociedad en la que parece que todo cambio se ha hecho imposible.» Juan García Hortelano (1928-1992). En 1980, cuando se graba esta entrevista en A FONDO, acaba de publicar Los vaqueros en el pozo -«quizás sea mi libro mejor escrito»- y está escribiendo Gramática parda (1982), con la que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica. Aunque muy vinculado a Barcelona, se define como un «madrileño charlatán. Me gusta más charlar que escribir», y poco amigo de los grupos literarios: «la verdad es que los amigos escritores son amigos antes que escritores.» Se considera un niño de la guerra: «a partir de la guerra civil, a mí no me ha pasado nada importante». El autor de Nuevas amistades y El gran momento de Mary Tribune, se r
