Queridos esposos, […]vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el amor… es la única fuerza que puede verdaderamente transformar el cosmos, el mundo (Benedicto XVI, VI Encuentro Mundial de las Familias, Milán 2012).No es justo, no es humano marginar a Dios precisamente cuando el hombre y la mujer deciden constituirse en comunión estable de amor y de vida.No es humano porque Dios es el Amor y es el Autor de la vida.Estas páginas, escritas con el testimonio y la colaboración de esposos y padres cristianos –entre ellos un psicólogo, una sexóloga y una pareja de mediadores familiares– se proponen iluminar esta verdad: que el amor humano tiene su fuente en Dios y que el mejor futuro de la humanidad se fragua en la familia tal como Él la concibió.