Quien piense que el Gótico es un estilo del pasado, cuyo valor en la actualidad se limita a sus valores estéticos e históricos, puede encontrar en estas páginas una corroboración inmediata de sus valores universales, que todavía son fuente de inspiración y de estímulo. De hecho los nuevos nacionalismos son una reacción contra el espíritu unificador que la cultura de Occidente ha tratado de imponer a todos los pueblos, lo mismo que hizo el gótico al crear toda una cultura alternativa a los clasicismos. El texto se ha documentado fundamentalmente a partir de las obras construidas y se ha interesado más en la intención de los constructores que en las investigaciones de los historiadores.