Ayudé a morir a mi mujer porque me lo pedía a gritos y volvería a hacerlo si fuera necesario es una de las afirmaciones recogidas en esta obra, que plantea el tema de la eutanasia con un novedoso enfoque a partir de la experiencia de quienes la han vivido en primera persona. Para acercar a la sociedad el punto de vista de los que sufren, la autora ha recogido quince testimonios distintos sobre la enfermedad y el derecho a decidir cuándo poner fin a la existencia propia y a la de personas muy queridas. El abanico de opiniones expresadas en esta obra sirve para reavivar el polémico tema de la eutanasia, y también para ampliar el debate a otros frentes: el papel del testamento vital, el valor de la percepción personal para decidir sobre la propia vida y, en definitiva, la capacidad de poder y querer asumir la muerte como una afirmación de la vida.