Le Corbusier no andaba falto de razón con este enunciado, pues el anhelo por ocupar y utilizar las cubiertas es un denominador común de todas las épocas históricas, estilos y tipologías arquitectónicas. Habitar la cubierta trata de averiguar las razones de este impulso ancestral, de ordenar sus períodos históricos y de analizar sus manifestaciones formales. El resultado es un ensayo híbrido entre la teoría, la historia y la construcción. El hilo narrativo pone especial interés en el período comprendido entre los años 1850 y 1950, una época en que irrumpen técnicas y cánones estéticos totalmente novedosos que facilitan la eclosión de un especial interés por hacer de la cubierta un espacio habitable.