Sigmund Freud consideraba la risa como un estornudo mental capaz de descongestionar la mente, mientras que Nicolas de Chamfort sentenciaba: El día más desaprovechado es aquel en el que no nos hemos reído. Y un proverbio japonés afirma que el tiempo que uno pasa riendo es tiempo que pasa con los dioses. Para reír sin parar no hay nada mejor que contar con la complicidad de Jaimito, este chiquillo listo, pillo y descarado, que protagoniza un inmenso número de píldoras de la risa. Quinientas de ellas las encontrará el lector en este libro.