Libertad: tal es vuestro rugido predilecto. Pero yo he perdido la fe en los grandes acontecimientos cuando los rodean los aullidos y la humareda. Esta cita de Nietzsche , con la que da comienzo una de las dos obras que componen el volumen, sintetiza a la perfección la intención crítica de la autora. Con Aullidos y humareda y Las ratas van a la oficina, Lola Roel nos regala una visión ácida y dramática de las entretelas del sector editorial y las miserias de la administración, dos mundos aparentemente alejados sobre los que se desliza, implacable, la pluma sarcástica de la autora. Magníficamente prologadas por Manuel Lourenzo , el autor identifica en las obras influencias que van desde el pesimismo impotente de Kafka , a la crítica entrañable de La Codorniz, pasando por el humor de Harold Pinter , el absurdo de Ionesco y Poncela o la reflexión filosófica de Sartre . Para el lector/espectador, estas dos piezas sobre la misteriosa muerte de un librero, decidido a recuperar para sí la auténtica literatura, y las oscuras relaciones entre los trabajadores de una empresa de basura supondrán, en cualquier caso, un magnífico retrato de la incomunicación y el desconcierto de la comedia y el drama humanos en el que todos, sin excepción, estamos inmersos.
