La afirmación La guerra es cosa de hombres ha estado avalada históricamente, si nos atenemos al papel asignado a la mujer tradicionalmente como parte sufriente y víctima indefensa en cualquier acto bélico a lo largo de muchos siglos. Pero sería injusto no reconocer que ha habido historias excepcionales, pero no únicas, de mujeres que se batieron con las armas junto a los hombres, despertando admiración de compañeros y enemigos. Mujeres de armas tomar ofrece al lector el comienzo de una larga sucesión de mujeres, más o menos populares, que reivindicaron su derecho a salir del ostracismo; unos personajes dignos de ser conocidos por el gran público al igual que sus contemporáneos masculinos, porque ellas también iban a la guerra antes de ser admitidas en el ejército profesional como hoy lo conocemos. Un interesante mosaico con figuras de múltiples puntos geográficos: la Francia de Juana de Arco, el personaje mítico que no ha perdido vigencia y actualidad; la España de la figura emblemática de María Pita, la Monja Alférez o las vidas azarosas de Agustina de Aragón o Rosario la Dinamitera... hasta cruzar el Atlántico para resaltar el genio y la figura de mujeres que amaron, lucharon y conspiraron ganando honores como la ecuatoriana Manuela Sáenz, la mujer que cautivó a Simón Bolívar; Candelaria Pérez en Chile o la coronela Amelia Robles, que nos hará recorrer los tiempos de la Revolución de México y conocer la figura de la soldadera... Visionarias, rebeldes, aventureras, independentistas o revolucionarias, a través de las páginas de esta obra las veremos triunfar o ser derrotadas, perecer en la batalla o ajusticiadas por sus enemigos y pelear como hombres, sin desdeñar a veces el útil recurso de sus armas de mujer. En definitiva, la interesante trayectoria en diferentes momentos de la Historia y en distintos lugares de mujeres que lucharon junto a los hombres como iguales, en primera línea del frente, en pie de guerra.