Así es la vida. Esta es la frase con la que el presentador de la Radio Televisión Portuguesa acaba a menudo el Telediario nos proporciona el tema del ambiente mental en el que vivimos. Dar el tono significa mucho más que sugerir o indicar una dirección de lectura. En realidad, constituye por sí misma toda una visión del mundo y, lo que es más importante, toda una visión de nosotros mismos, de nuestra vida como (tele)espectadores del mundo. Después de asistir a las noticias sobre raptos, asesinatos, accidentes de tráfico, muertos palestinos e israelitas, hallazgos de centenas de víctimas talibanes asfixiadas en contenedores en Afganistán, aparece una noticia que, como una luz divina, redime todo el mal extendido por la Tierra: ¡ha nacido un bebé panda en el Zoo de Pekín!. El presentador sonríe ampliamente, incluso guiña un ojo con complicidad a los telespectadores. Tras las imágenes de fútbol, finaliza, con tono sabio: así es la vida . Así es la vida , vivid la vuestra con paz y serenidad, no hay nada que temer, todo pasa muy lejos y, sin embargo, aquí estoy yo para mostrarlo entero, el mundo, marchaos, marchaos con vuestras ocupaciones, que la vida sigue. Así arranca este ensayo fascinante, que no sólo trata del vecino Portugal, sino también de nosotros, los ciudadanos de esta Europa del cambio de siglo.