España vive hoy inmersa en un proceso de reformas de su organización territorial. En esta obra se sostiene que la clave del Estado autonómico radica en el llamado principio dispositivo, la singularidad más destacada de nuestra Carta Magna, hasta el punto de poder considerarse la aportación más original de los constituyentes de 1978 al constitucionalismo universal. Dicho principio se incorporó a la Constitución mediante un compromiso constitucional apócrifo, inspirado en el Estado integral de la II República, y que confiere a las entidades territoriales una capacidad para proponer y codecidir la creación y modificación de su autogobierno. La incorporación del principio dispositivo a la Constitución de 1978 y el precedente de la II República. Principio dispositivo y desconstitucionalización. El principio dispositivo como principio constitucional. El desarrollo del principio dispositivo en el proceso autonómico. El abandono del principio dispositivo mediante la reforma constitucional.