Este libro tiene para mà connotaciones que me llegan a lo más profundo. Si de todos los que se han publicado bajo la etiqueta de Ediciones Nueva República me siento orgulloso, de éste, que aborda la figura inolvidable e irrepetible del doctor Narciso Perales Herrero, puedo decir, sin temor a equivocarme, que me deja plenamente satisfecho como editor y me estimula como ciudadano que se niega a renunciar al combate polÃtico.Ha hecho algo muy valioso José Luis MartÃnez Morant que, además, deberÃa ser motivo de emulación: convertir en herramienta de trabajo un archivo personal. Sólo de esa manera podemos hacer frente, con alguna eficacia, al discurso de un Sistema que ha distorsionado el pasado hasta hacerlo prácticamente irreconocible. Bueno serÃa que perdamos, aunque fuese un minuto de nuestro tiempo, en plantearnos algunos interrogantes al respecto. ¿Es de recibo que el legado documental nacional-sindicalista acabe devorado por los contenedores de papel reciclado? ¿Podemos permitirnos, bajo alguna excusa, el lujo de que ellos —¡precisamente ellos!— nos hagan la historia? ¿Hasta dónde es soportable que los verdugos pasen por vÃctimas y los oprimidos por opresores? Estos pliegos no han sido impresos como homenaje tardÃo ni como reparación más o menos justa. El autor de esta compilación y el que estos párrafos escribe no lo vemos asÃ. Aparte de rescatar memoria, estas páginas proponen a las nuevas generaciones de activistas, que aún siguen creyendo en una España mejor —frente a las injusticias del más siniestro y retorcido neoliberalismo y una socialdemocracia anestesiante— y en la suprema realidad de la Patria —frente a sus encarnizados enemigos de toda laya—, un referente, un espejo en el cual mirarse.
