Un inocente plan para reproducir las plagas bÃblicas con el noble propósito de asestar un golpe definitivo a la democracia deviene el ingreso de nuestro protagonista en un centro de readaptación psicosocial (un manicomio, pues). Al menos se libra de ir a la cárcel, donde sin duda lo habrÃan despojado de su idiosincrasia, de su yo y de su eso. Además, allà lo respetan. Don Celestino, Dinamita Tercero, Genovevo, el Yesca y los demás admiran la inteligencia y la valentÃa del neorrevolucionario y cuentan con él para que los ayude a solucionar ciertos asuntos pendientes: el microfilm, la mosca tse-tse, el cadáver, la desestabilización del sistema y alguna otra cosilla. Presenciaremos en directo cómo todos se ven envueltos en una disparatada aventura... y cómo se desenvuelven.