A lo largo del siglo XII se desarrolló en el Languedoc uno de los movimientos socioculturales más importantes que haya conocido Europa: el catarismo. Éste, con marcada influencia del zoroastrismo y el maniqueísmo, se caracteriza por predicar la pureza del espíritu, la renuncia a los bienes materiales, la convivencia pacífica y la crítica a una Iglesia católica que hacía lo contrario de lo que predicaba. Este libro investiga y analiza el desarrollo de esta cultura, al tiempo que describe detalladamente todos los enclaves donde fue masacrada por la Inquisición.