Un viejo adagio chino dice: Cuida tu persona, cuídala, porque ella es el único ser del que puedes tener la absoluta certeza de que te acompañará hasta la muerte. La obviedad del versículo choca contra un sistema educativo que nos ilustra en la historia, en los espacios geográficos, en los conocimientos de la ciencia y en las obras de los literatos, pero poco nos educa en el cuidado de esa gema preciosa que es nuestro propio ser orgánico. Y, dentro de lo que queda relegado, está el valor que tiene para su desarrollo y conservación una buena cultura alimentaria. A reparar ese descuido ha dedicado el Dr. Atlas los dos tomos de esa cátedra impresa que es Asistencia alimentaria. En este segundo volumen, siguiendo la vida humana desde la concepción a la vejez, con las variables nutricionales que corresponden a cada etapa y actividad, es aún más oportuno para la realidad del momento que viven nuestro país y el mundo, como bien se ve en los dos últimos capítulos.