Las primeras cifras son bastoncitos, bolas o círculos. Después, en Egipto, se las presenta por jeroglíficos. Las cifras hebreas son letras del alfabeto seguidas de un acento. Los romanos utilizan siete letras mayúculas. En la Edad Media y el Renacimiento, Occidente descubre las cifras árabes. Calígrafos y fundidores trabajan entonces para hacer más legibles estas cifras estrañas. Este libro presenta diferentes formas de grafiar las cifras desde el Renacimiento hasta el siglo XX, con ejemplos de Diderot, Mitelli, Duvillé, etc. Encuadernación: Rústica.