«Es un espléndido regalo, un objeto precioso de arte y literatura, y también es una –muy peculiar– guía de Castilla, no para uso del turista convencional, sí del viajero que desee ser guiado un trecho y después ande por sí mismo el resto del camino se dirija donde sus sensibilidad le lleve. La mirada despaciosa y atenta y la fina sensibilidad del autor –el más profundo discípulo que ha tenido y podría tener don Américo Castro– captan el sentido último del monasterio de San Baudelio de Berlanga; el románico de ladrillo, mudéjar o sencillamente islámico; la teología esculpida; el cisterciense castellano; el gótico comunal de los grandes municipios o pequeñas ciudades de Castilla; la afinidad oriental y, por tanto, para la lectura de la Biblia de nuestros escrituristas del siglo XVI; la gravedad inmensa del Cristo de las Claras de Palencia, el cristo de tierra que no resucita, y la del resucitado que está en Covarrubias tan tremendo como aquél» (José Luis Aranguren). Un libro sutilmente beligerante con el dispendioso papanatismo localista o regionalista al uso. El texto queda resueltamente iluminado por casi un centenar de espléndidas fotografías en color que desvelan aspectos que las palabras no podrían alcanzar. Son la pupila del libro.