Durante incontables siglos, encerrado enun sarcófago que nio debÃa abrirse, habÃa esperado pacientemente la oportunidad de vivir de nuevo par poder alimentarse de incautos y fortalecerse. La espera por fin ha terminado.Una vez en el departamento de egiptologÃa del Royal Ontario Museum d eToronto, tras arrancar sus descubridores los sellos y hechizos que lo aprisionaban, se apresuró a hacerse con las mentes y las almas de los confiados habitante de la ciudad, para comenzar a crear un imperio para sà y para su dios.