Y apareció un caballo pajizo… Tumbas que parecen abismos. Espíritus que rondan a los vivos. Cadáveres que vuelven de entre los muertos con aviesas intenciones. Las puertas del más allá están abiertas de par en par. ¿Es el fin del mundo? No si los cazadores lo impiden. En sus manos está hacer que estos seres descansen de una vez por todas.