Madrid, Nueva York, Kosovo, Finales del siglo XX. Trenes, vagones, lluvia; un triángulo de certezas y un testigo del horror. Alfonso Armada, que con Los Temporales se lanza a la tarea de sabotear las conciencias de los que siempre se han sentido a salvo en este lado del mundo. Aunque escribir no altere el curso del tiempo en la poesía de Alfonso Armada está presente su discurrir batiendo las heridas de la memoria, como las borrascas arrecian la piel de su Galicia natal.