Nerón ha pasado a la historia como arquetipo del tirano narcisista, perseguidor de cristianos e incendiario de Roma. Sus excéntricos intentos de ser a la vez actor y emperador le acarrearon acerbas críticas y acabaron costándole la cabeza. En estas páginas se traza un sugestivo y documentado relato del ascenso, dominio y caída de Nerón. Pero no se limita a la descripción de la conducta demente y criminal de este emperador romano, sino que analiza además los rasgos fundamentales de su política interior y exterior, así como el papel del pueblo y de la oposición en el Imperio Romano.