En este libro el lector podrá respirar la filosofía que cree en la educación de adultos (por mucho que ahora se encuentre sitiada entre los muros de administradores y burócratas que han asimilado al modelo escolar) como excelente recurso para promover la calidad de vida de las personas, más que la mera instrucción, en una edad de sus existencias en la que lo que desean intenta ser conseguido como compensación a las dificultades y limitaciones que experienciaron en el pasado.